El programa de conservación de la Facultad de Agrarias fue distinguido en la Expo Rural: dos vacas y un ternero se consagraron campeones

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El predio ferial de la Sociedad Rural ubicado en el barrio porteño de Palermo realiza por estos días la habitual Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria internacional. En ese marco, la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) fue premiada por su proyecto de recuperación y conservación que lleva adelante desde hace 30 años.

 

El coordinador de la iniciativa, Enrique Genero, que es secretario de Operativa y de Campo, y también ingeniero zootecnista, doctor e ingeniero agrónomo, compartió en charla con “Modo Universitario” la experiencia que consagró campeones a dos vacas y un ternero.

 

La vaca de raza criolla “Yoly” fue galardonada como hembra campeona en tanto que el ternero “Toribio” también fue distinguido como campeón macho.

 

“Bety”, vaca criolla, obtuvo el tercer puesto y de este modo se cumplió con uno de los objetivos del proyecto que, según el profesional, “consiste en difundir el material genético en el país, vender al animal y diseminar los genes” que se estaban “conservando”.

 

“Se la usará como hembra reproductora, irá transmitiendo su descendencia y mejorará la producción. El objetivo es insertar el criollo nuevamente en el sistema productivo de la República Argentina”, sostuvo.

 

Además, Genero destacó que otro logro a resaltar es el intercambio entre estudiantes de la casa universitaria y de 5º años de una escuela de nivel medio, lo que enriquece “una satisfacción social muy importante”.

 

Asimismo, subrayó los alcances del proyecto, que ya tiene una vigencia de 30 años, y que “es el único que se desarrolla en una universidad”. “Los animales vacunos criollos llegaron a la Patagonia, quedaron en el Parque Nacional los Glaciares, asilados por el Lago Argentino, y cuando se fundó el parque ya no hubo ninguna intervención del hombre”, indicó.

 

Fue así que, bajo esa lógica de aislamiento, se produjo un incremento en la población de la raza y la Facultad de Agrias puso el foco para comenzar un exhaustivo trabajo de investigación. “El proyecto comenzó en 1996, cuando luego de un Convenio con Parques Nacionales, llegaron a Monte Grande y ahí se empezó con el plan de conservación, ex situ, fuera del lugar”, explicó.

 

Genero también detalló que uno de los trabajos recientes que se realizaron desde la casa de estudios fue en Corea, en un Congreso hecho por la Sociedad Internacional de Genética Animal.

 

“Acabamos de mostrar los datos de distancia genética que tiene esta población respecto los criollos que están en el resto del país. Esperamos que esto repercuta en el mundo y lograr algunos socios para profundizar estas investigaciones”, indicó y agregó que además se llevan adelante trabajos de cruzamiento entre vacas criollas y los Angus, raza británica.

 

En ese sentido, añadió: “Tratamos de mostrar que estos animales, que van a ser producto de la cruza, van a ser mucho más productivos que cualquiera de las dos líneas puras. Es un fenómeno que se llama heterosis desde el punto de vista genético”.

 

En el marco de este proyecto académico-productivo, la vaca “Yoli” fue consagrada campeona de la raza, mientras que su primer ternero “Toribio”, obtuvo también el título de macho campeón.

 

Esta vaca, símbolo del trabajo sostenido y del programa de recuperación genética de la raza criolla patagónica, regresó a la Expo Rural acompañada por su primer ternero, y juntos se alzaron con los máximos galardones de su categoría: Campeón Hembra, Box 1170, Yoli y Campeón Macho, Box1164, Toribio.

 

“Bety”, la vaquillona nacida en la cabaña formativa de la Facultad, logró un meritorio tercer puesto, y ponderó el desempeño del equipo de estudiantes cabañeros y docentes.