Durante la campaña presidencial previo a las elecciones que ganó Javier Milei, la promesa fue clara y contundente: “Destruir al Estado”. La universidad pública, la salud, y también la ciencia y la tecnología, entre otros, fueron destino de un recorte y ajuste que el Ejecutivo concretó y que lleva adelante desde diciembre de 2023.

 

En mayor o menor medida, todas las disciplinas se vieron afectadas considerablemente. La ciencia y la técnica, por caso, son unas de las más castigadas, con quita de presupuesto, de becas a la investigación y también por la falta de ejecución de créditos internacionales otorgados en la gestión anterior.

 

“Virtud del Pájaro”, el programa de las Cátedras de Radio, dialogó con el biólogo molecular e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) Alberto Kornblihtt, quien graficó la situación y compartió detalles que encendieron la alarma en la comunidad que integra. De hecho, este miércoles se realizará una manifestación en las puertas del Polo Científico ubicado en el barrio porteño de Palermo (Godoy Cruz al 2300), para exigir el cese de las medidas “asfixiantes” y bajo el lema: “Nadie se salva solo”.

 

“Hay una serie de medidas y falta de iniciativa que lleva a que los jóvenes estén buscando un lugar fuera del país”, afirmó y agregó que el gobierno nacional encabeza la búsqueda de “un país agroexportador que no necesite del conocimiento de ciencia y tecnología”. 

 

Asimismo, Kornblihtt indicó que “el Estado es una pieza muy importante en lo que a investigación científica refiere” y destacó que “hasta en países como Estados Unidos, quien es la cara principal de este modelo de gobierno, el Estado posee una posición clave en todas sus investigaciones científicas”.

 

Consultado sobre otros momentos críticos para la ciencia y la investigación, como el de 2001, en el que científicos fueron estigmatizados por el entonces ministro de Economía Domingo Felipe Cavallo, quien increpó a una socióloga e investigadora y la exhortó a ir “a lavar los platos”, el biólogo fue contundente y minimizó los recortes que sufrió la ciencia en los años 90 y en el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) respecto el presente.

 

“La realidad del ajuste que ocurrió tanto en el gobierno de (Carlos) Menem como en el gobierno de Macri, son muy pequeños comprados con la situación actual, porque este gobierno confiesa que viene a destruir el Estado y lo hace sin miramientos, esa aniquilación masiva tiene un volumen mucho mayor”, sostuvo.

 

Además, repasó los alcances del ajuste y señaló que “se les niega financiamiento a los grupos de investigación y se bloquea la entrada al CONICET de dos camadas de 800 investigadores capacitados y seleccionados por rigurosos concursos”.

 

“El poder adquisitivo de salarios y becas se redujo en un 40% y se encuentra en los niveles más bajos históricos, sólo comparables con 2001”, subrayó y guardó un párrafo para referirse a las universidades, visiblemente perjudicadas por las disposiciones del último año y medio: “Hay una relación íntima entre la actividad científica y las universidades nacionales; los investigadores desarrollamos nuestra investigación y nuestra docencia mayormente en el ámbito universitario, y el gobierno los está castigando con una pérdida del poder adquisitivo, esto nos afecta por igual”.

 

En su recorrido histórico, también indicó que durante los gobiernos que se desarrollaron entre 2003 y 2015, la ciencia y tecnología se vieron beneficiadas, a raíz de la mayor inversión que fue destinada para estas disciplinas por parte del Estado.

 

“Está claro que los gobiernos de Néstor y Cristina (Kirchner) inician el aumento en ciencia y tecnología no sólo a nivel de recursos humanos sino que también a nivel de infraestructura”, remarcó y sumó: “Fue gracias a esos aumentos y financiamientos que los importantes programas como ARSAT y las diferentes empresas que producen reactores pudieron construirse, llevarse a cabo y darle la posibilidad a muchas personas que puedan realizar diferentes investigaciones además de dar miles de puestos de trabajo que antes no existían”.

 

El Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnológica e Investigación publicó un informe que asegura que los salarios de investigadores del CONICET perdieron un 1,4% en términos reales frente a la inflación de abril de este año. Además, indicó que esos ingresos acumulan una caída del 34,7% desde asumido el gobierno de Milei.

 

Sobre la marcha hacia el Polo Científico,  el miércoles 28 de mayo a las 13 hs, concluyó: “Vamos a salir desde las distintas instituciones y universidades, esperemos que haya mucha gente, porque el lema de la convocatoria es el de El Eternauta, `Nadie se salva solo`, y esperemos que haya muchos jóvenes vestidos como eternautas para demostrar que hay una nube tóxica que nos está destruyendo, y son las medidas del gobierno sobre el sistema científico, tecnológico y universitario”.