Desde el Conicet desarrollan un novedoso método para eliminar arsénico y nitrato del agua
El residuo proveniente de biomasa vegetal, que acumula energía contenida en materia orgánica, puede servir para modificar positivamente la calidad de vida de la población. Es que, a raíz del trabajo de investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), se desarrolló un método que permite trabajar sobre residuos orgánicos para eliminar arsénico y nitrato del agua.
“Modo universitario” dialogó con el licenciado en Química de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) Pablo Arnal, para profundizar sobre los alcances de esta investigación que ya lleva una década en curso, quien expresó que usan “biomasa vegetal proveniente en muchos casos de residuos urbanos como los que surge de la poda de árboles, cuando sobran ramas y madera y son desechados”.
“Investigamos científicamente cómo aprovechar ese recurso y cómo poder convertir esa biomasa en un carbón que remueva contaminantes del agua, para meterlo en una mezcla de ácido nítrico con agua y que ese ácido modifique la superficie del carbón vegetal”, explicó y sumó: “Los contaminantes se pegan a la superficie del carbón vegetal de acuerdo a la afinidad que tienen. La superficie tiene como especies de ganchitos adecuados para enganchar contaminantes”.
Arnal, que además realizó un Doctorado en Ciencias Naturales en Alemania, remarcó que los investigadores del Conicet se encuentran “a disposición de la gente que quiera emprender”, para dar un siguiente paso al estadio de la puesta en marcha de este método.
“Hay que escalar la producción, y lo más difícil es generar un emprendimiento, un negocio, por más que no tenga fines de lucro, que pretenda aprovechar esta tecnología para ofrecer esta solución”, indicó y agregó: “Estamos a disposición de la gente que quiera emprender, de los que quieran construir los filtros, que quieran desechar la biomasa vegetal, porque hay un montón de aportes que podemos hacer, pero es importante que aparezcan esos otros actores, porque tenemos que seguir investigando en resolver problemas que vayan surgiendo”.
Según se supo, la investigación realizada pudo afirmar que esta práctica “reduce en más de un 50% la presencia de arsénico en el agua”. Consultado al respecto, el doctor indicó por Radio Conurbana que “los aniones que están en el agua tienen distinta afinidad por la superficie del carbón vegetal” y que “el nitrato tiene muy poca tendencia a pegarse a la superficie del carbón”.
“Vimos que, en el caso del nitrato, el 50% lo saca del agua en las condiciones que trabajamos y eso es auspicioso. En la primera prueba logramos esa gran remoción, algo muy positivo para la gente”, subrayó.
Arnal expresó que “el agua es única en cada región, como una huella digital” y que a raíz de la investigación detallada existen “herramientas para que se pueda filtrar”.
Por último, alentó a jóvenes de escuelas técnicas que estén en la etapa final de su formación educativa secundaria, a “aprovechar la oportunidad de emprender para la comunidad local”.
“Esto puede ser con fines de lucro, pero ese no es el problema, lo bueno es que hay una oportunidad maravillosa para emprender, para que jóvenes que están saliendo de la escuela técnica, puedan satisfacer demandas de la población con ganas de explorar respuestas a los problemas; un lindo desafío para varias décadas”, concluyó.