La bandera celeste y blanca flameará en las próximas horas en Francia, cuando Natalia Báez represente a la Argentina en los Juegos Paralímpicos de París 2024 y compita en diferentes estilos. Antes de la largada compartió sus sensaciones en diálogo con “Vuelta Olímpica”.

Previo a participar de los 50 metros libres el sábado 31 de agosto, contó a la audiencia de Radio Conurbana cómo fue la preparación para llegar hasta Francia y mostró el orgullo y la satisfacción que siente en ser parte del juego.

“Es un orgullo muy grande y una ansiedad y una presión también representar a Argentina, porque tenemos una responsabilidad muy grande. Entrenamos de lunes a sábado, doble turno de agua, gimnasio, corremos también y trabajamos con la alimentación, elongación, con el descanso y la preparación física dentro y fuera del agua”, explicó.

Al ser consultada sobre la delegación del seleccionado que llegó a la capital francesa, ponderó el nivel de los atletas y cuestionó la falta de respaldo con el que cuentan a la hora de competir.

“Argentina tiene muy buen nivel, comparado con las herramientas y el desarrollo de otros países, está muy bien y teniendo en cuenta  el tema de la infraestructura de allá, porque es poco el reconocimiento que se le da. Falta que le pongan ganas y reconozcan al deporte adaptado como alto rendimiento”, subrayó y añadió: “Nos cuesta un montón que nos den los espacios, que reconozcan el esfuerzo que se hace y que el trabajo es igual que el convencional, por ejemplo el CENARD se está destruyendo, cada vez peor”.

Nadia Báez, que perdió la visión a sus 14 años, indicó que hubo algunas modificaciones en los Juegos Olímpicos que pueden impactar de manera negativa en los atletas con discapacidades y, en ese sentido, sostuvo que “es un juego muy particular”.

“Están cambiando mucho las formas de clasificación de las categorías. Estoy compmitiendo con “el 90% de atletas con visión, pero no aspiro a entrar en la final si no a sostener mi marca, y sí meterme en la final de los 100 mts pecho”, destacó.

La primera competencia de Nadia fue en los Juegos Evita, donde la invitaron a ser parte de la Selección. Como no contaba con un entrenador por su baja visión, la Federación de Ciegos consiguió uno. “Cuando me convocaron a la Selección fue un momento de nervios y entusiasmo, e ilusión de llegar a algo grande”, sostuvo.

Nadia perdió gradualmente su visión a raíz de un cáncer ocular hasta llegar al punto de la ceguera. El sábado 31 nadará 50 metros libres y el 5 de septiembre 100 metros estilo pecho.

Más allá de su discapacidad visual, estudiar no fue un impedimento dado que la nadadora también se recibió de Psicóloga con el objetivo de “trabajar con niños, pacientes oncológicos, personas en situación de adicción con cuestiones más complejas o donde se necesita bastante resiliencia y superación”, pero su especialización es oncología pediátrica.

Baez asistió a varios Juegos Paralímpicos. Obtuvo su primera medalla en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012, al ganar el bronce en los 100 metros estilo braza categoría, con un tiempo de 1min31s21​ con el que estableció una nueva plusmarca panamericana.​

A nivel continental, participó en los Juegos Parapanamericanos de 2007 de Río de Janeiro. Allí recibió la medalla de bronce en los 50 metros y 100 metros estilo libre, y la medalla de plata en los 100 metros estilo espalda.