“Amor tóxico”, un informe que refleja el vínculo de los jóvenes con las redes sociales

OBS - MODO UNIVERSITARIO (1)

Los hábitos para comunicarse se vieron modificados en los últimos años a raíz de un fuerte impacto del uso cotidiano de la tecnología, muy al alcance de la mayor parte de la población. 

La consultora “Reyes & Filadoro” realizó el informe “Amor tóxico” para investigar aspectos centrales que surgen del vínculo de jóvenes de entre 18 y 35 años con las redes sociales, basado en encuestas, grupos focales y un análisis de la conversación digital.

“Modo Universitario” dialogó con la directora de la consultora, Florencia Filadoro, quien dio detalles de los resultados de un trabajo exhaustivo realizado en 730 casos.

Respecto los “efectos negativos” que emergieron del informe, los participantes hablaron de “ansiedad, agotamiento mental o emocional, dificultad para concentrarse, problemas de insomnio o de sueño”, entre otros.

“Aparecieron palabras clave en relación a compararse con otras personas, baja autoestima, o estar insatisfecho con su propio cuerpo, y en el análisis digital surgieron búsquedas de usuarios relacionadas con inseguridades, adicción y depresión”, detalló.

Filadoro criticó la falta de un diseño que contemple recursos que atiendan la relación que se establece entre los jóvenes usuarios y las plataformas digitales, porque señaló que “a los jóvenes nunca se los termina interpelando a la hora de pensar políticas públicas”.

“Estaría buenísimo que la política empiece a mirar mucho más a los jóvenes. En este caso hay un tema puntual que es la vinculación con las redes, y sería oportuno trabajar desde la política pública para darle herramientas que hoy están pidiendo para mejorar su vinculación con las redes”, subrayó.

Sin embargo, caer en el tópico estigmatizante de las redes y este nuevo modo de comunicarse que tiene la franja etaria estudiada podría convertirse en un error si se desatienden cuestiones clave y sobresalientes de algo que hasta puede llegar a convertirse en un problema.

Por eso, Filadoro ponderó algunos aspectos que se emparentan con el hábitus de informarse como ciudadanos, para lo que las redes pueden servir y ser de utilidad. De hecho, indicó que en la encuesta preguntaron dónde buscan información “más confiable” y el resultado obtenido tuvo que ver con redes, pero también con medios de comunicación tradicionales.

“Notamos que la búsqueda de esa información es más masculina, son los jóvenes hombres quienes más utilizan las redes sociales como fuente de información”, remarcó y mostró satisfacción al indicar que los jóvenes validan la información y la consideran como verdadera “si proviene de medios tradicionales”.

El pulgar abajo aparece cuando se visibilizan desde las redes problemáticas como acoso, bullying y la proliferación de discursos violentos. Pero también la profesional en Comunicación compartió un dato ciertamente alentador: la conciencia que se despierta en los jóvenes a la hora advertir que estas plataformas “los atrapan y generan una dependencia muy fuerte”.

“Un punto que me pareció muy bueno, aunque deja un sabor amargo, es que, ante este problema de adicción y ansiedad, tratan de mitigar la relación tóxica y transformarla en algo positivo, y usan estrategias de detox digital, que es dejar de usar las redes”, sostuvo y agregó: “Les preguntamos si usaron la estrategia de desinstalar la aplicación y un 55% lo hizo, pero el 40% la volvió a instalar”.

Por último, Filadoro acercó un dato que también pone de relieve una cuestión ideológica y electoral. “Las redes sociales pareciera ser hoy el ámbito por exclusividad de vinculación entre los jóvenes libertarios. En 2023 los jóvenes terminaron siendo mensajeros en las familias y convenciendo a los abuelos para que lo voten (el presidente) Javier Milei”, destacó.

La entrevistada concluyó con una exhortación: “ser inteligentes y tomar de las redes cosas positivas y diluir sus efectos negativos” porque consideró que “las redes son un lugar de valoración y legitimación de los jóvenes”.