Preocupa el retroceso de un glaciar y apuntan contra el cambio climático
El retroceso del Glaciar Antártico Hektoria fue una de las noticias que llamó la atención en la agenda de la glaciología, más aún luego de la publicación de la revista “Nature” que suele publicar artículos de alto impacto.
“El retroceso se da por el desprendimiento de témpanos, se observa cómo el glaciar retrocede. Este estudio destaca que, gracias a la cantidad de información satelital de los últimos años, pudieron detectar una de las velocidades de retroceso como de las más altas del mundo o jamás registradas”, sostuvo el investigador del Conicet y glaciólogo Lucas Ruiz, consultado por “Modo Universitario”.
Asimismo, el profesional indicó que “el retroceso sucedió en 2022” pero se dio a conocer este año y explicó que “genera controversias en el mundo glaciológico”. “Es una modificación que podríamos esperar que suceda con estos glaciares, la causa del retroceso es similar a lo que ha sucedido con otros glaciares, que se debe al colapso de la plataforma Larsen en 2002, predicho por unos glaciólogos argentinos”, sumó.
Consultado sobre cuáles son los glaciares que alcanzan aceleraciones más altas, Ruiz expresó que “son aquellos que, a medida que van retrocediendo, cada vez la aceleración del mar es más profunda”.
“En este caso en particular, el lecho del fondo marino en ese lugar es plano, eso es justamente lo novedoso, que incluso cuando el lecho es plano pueda alcanzar velocidades muy altas de retroceso”, resaltó el glaciólogo.
Para brindar detalles históricos, el investigador subrayó que “un retroceso alarmante fue el que tuvo el Upsala en 2011, de 3 km en un año”, lo cual consideró “muy alto” y añadió que “en general, los glaciares que terminan en cuerpos de agua sufren procesos acelerados de retrocesos”.
“Hace pocos meses salió publicada una noticia del posible retroceso del Perito Moreno. Nos llamó la atención cuando retrocedió 800 metros en un año, y eso se nota, es llamativo, y para la normalidad que nos tenía acostumbrados el Perito Moreno es alarmante y es un retroceso muy alto, básicamente porque en 100 años no había cambiado su posición”, fundamentó.
Respecto la posible incidencia que puede tener el cambio climático en este tipo de aceleraciones, Ruiz explicó que es un factor “disparador del retroceso de todos los glaciares” y que “son luces de alarmas que se encienden en el tablero”.
“Cuando hablamos de cambio climático no solo hablamos del calentamiento de la atmósfera, sino que tenemos que pensar que también la parte del sistema climático que más calor absorbió desde la Revolución Industrial hasta la fecha es el océano, absorbiendo casi el 90% del calor que hemos generado por el efecto invernadero”, enfatizó.
Y agregó: “Ese 90% ha permitido que la temperatura del planeta solo suba un grado y una décima en los últimos casi 150 años, porque nuestro planeta es principalmente océano y es muy reservorio de calor. Sin embargo, ese calor empieza a transferirse a otras partes del sistema, lo hace, por ejemplo, a la Antártida, calentando los glaciares desde abajo”.
Este suceso acentuó la preocupación entre los entendidos en la materia. En tal sentido, Ruiz detalló que “la comunidad científica está aterrada de lo que está sucediendo y nada de lo que sucede entra dentro de la normalidad de lo que” la comunidad estaba acostumbra en cuanto al planeta.
“Se están calentando los océanos, por la recurrencia de tormentas más severas, por los períodos de sequía cada vez más extensos. Cuando hablamos de cambio climático no hay nadie que diga que podamos estar tranquilos con algún indicador”, afirmó y concluyó: “La Antártida representa el gran reservorio de agua dulce que tenemos en el planeta. Si aumentan las tasas de retrocesos de glaciares, va a repercutir fuertemente en el aumento del nivel del mar”.